Caminar durante horas, lejos del ruido, me ha enseñado más sobre Revenue Management que muchos informes.

 En una travesía aprendes a:

 – Tomar decisiones con lo justo.

 – Leer el entorno constantemente.

 – Ajustar el ritmo sin perder el rumbo.

Lo mismo pasa con los ingresos: no se trata de vender más, sino de hacerlo mejor.

 El sendero y el negocio comparten una lógica:

 Escuchar, observar, anticipar. Y seguir avanzando con lo necesario.

Caminar es mi forma de repensar estrategias.

 De entender qué tiene sentido y qué es simplemente peso extra.

A veces, parar no es perder el tiempo. Es encontrar claridad.